Divulgación: Este post es parte de una campaña pagada de SunnyD y Latina Mom Bloggers. Sin embargo, todas las opiniones expresadas son solamente mias y este post no ha sido editado por terceros.
Disclosure: This post is part of a paid campaign with SunnyD and Latina Mom Bloggers. However, all opinions expressed are my own and this post has not been edited by a third party.
Todavía recuerdo el primer libro que leí por mi cuenta. Era “Three Little Kittens” (Los Tres Gatitos,” la edición Little Golden Book), y yo tenía 4 años.
Mami estaba parada en la cocina, trabajando duro, y como era mi hábito, yo estaba sentada en la orilla del piso de la cocina, acompañándola mientras hablaba sin parar.
De repente, ella se dio cuenta de que yo no estaba recitando de memoria. Actualmente estaba leyendo.
A los cuatro años, fingiendo leer el periódico. At four years old, pretending to read the paper.
Hay libros que se quedan contigo mucho tiempo después de leerlos. Teniendo espina bífida e hidrocefalia, ahora me doy cuenta de que ser lectora ávida en la niñez, y ser buena al escribir y deletrear, fue el “gran igualador” para mi– era la moneda de cambio que usaba para comprar “aceptación” como una niña típica.
Recuerdo también una colección de libros grandes que me envió mi Abuelita desde Puerto Rico cuando yo era bien pequeña. Eran cuentos de hada en español. Publicado en España, y usando un vocabulario muy diferente al que nosotros estábamos acostumbrados en Puerto Rico, Mami a veces se reía cuando yo leía en voz alta aquellas palabras tan rebuscadas.
Pero estos libros también jugarían un papel muy importante en mi identidad como Latina. Me enseñaron a leer en español.
Trágicamente, mientras niños en todo el país regresan a las clases, muchas escuelas y sus estudiantes tienen acceso limitado a libros.
¿Cómo? ¿Acceso limitado a libros?
Me leíste correctamente.
¡Ahora viene el SunnyD Book Spree al rescate! El SunnyD Book Spree es un programa que ayuda a traer el valor de $120 en libros al salón escolar, a cambio de etiquetas de SunnyD.
Desde que comenzó en el 2009, el SunnyD Book Spree ha donado más de $6 millones en libros.
¿Y cómo funciona?
Cualquiera puede participar en el SunnyD Book Spree en sólo cuatro pasos fáciles:
(1) Los padres recortan y coleccionan los códigos de producto universal (UPC, en inglés) de productos de SunnyD participantes.
(2) Los padres envían las etiquetas con su niño/a un(a) maestr(o)(a) participante.
(3) Los maestros colectan las etiquetas, y llenan la solicitud envían ambas a SunnyD.
(4) SunnyD envía libros al salón de clases participante.
¡Y voilà! Eso es todo.
Para más información, asegúrate visitar este enlace.
Para mí, leer resulto ser una aventura emocionante que me llevó a mundos que jamás hubiese conocido de alguna otra manera. También me proveyó una fuente de conocimiento y la oportunidad de adquirir algunas destrezas valiosas que ahora uso todos los días.
Así que ve al supermercado, cómprale SunnyD a tus niños, y asegúrate guardar los UPC.
Ayudarás a cambiar vidas…literalmente.
I still remember the very first book I read on my own. It was “Three Little Kittens” (the Little Golden Book edition), and I was four years old.
Mami was standing in the kitchen, hard at work, and as was my habit, I was sitting on the edge of the kitchen floor, keeping her company while chattering away.
Soon, she realized I wasn’t just reciting from memory– I was actually reading.
There are books that stay with you long after you’ve read them. Having spina bifida and hydrocephalus, I realize now that being an avid reader as a child and a good writer and speller was my “great equalizer”– it was my bargaining chip that I would use to buy “acceptance” as a “typical” child.
I also remember a set of large books that my Abuelita sent me from Puerto Rico when I was very little. They were fairy tales– “cuentos de hada” — in Spanish. Printed in Spain, and written using different vocabulary from what we were used to in Puerto Rico, Mami often laughed as I would read aloud using very elaborate words.
But these books would also play a very important role in my identity as a Latina. They taught me to read in Spanish.
Sadly, as kids around the country go back to school this month, many schools and students have limited access to books. What? Limited access to books?
You read me right.
Desde pequeña, me fascinaban los juegos de palabras. Since early childhood, I was fascinated by word games.
Enter the SunnyD Book Spree to the rescue! The SunnyD Book Spree is a program that helps bring $120 worth of books into the classroom in exchange for SunnyD labels.
Since its beginning in 2009, the Book Spree has donated over $6 million in books.
So, how does it work?
Anyone can participate in the SunnyD Book Spree in just four easy steps:
(1) Parents clip and collect eligible SunnyD UPC labels.
(2) Parents send UPC labels with their child to a participating teacher.
(3) Teachers collect UPCs, fill out the entry form and mail both to SunnyD.
(4) SunnyD sends books to participating classroom.
And, voilà! That’s it.
For more details, be sure to visit this link.
For me, reading turned out to be an exciting adventure into worlds I never would have known about otherwise. It also afforded me a wealth of knowledge and the opportunity to acquire some very valuable skills that I now use everyday.
So, go to the grocery store, buy some SunnyD for your kids, and make sure to save those UPCs for teacher!
You’ll be helping to change lives…literally.