Sobre nosotros
A veces me frustra…y a veces, ¡me encanta! Y…soy amante del café. Me encanta el café boricua, el espresso con leche que me tomó siempre que visito la repostería de mi pueblo de Bayamón en Puerto Rico. Pero al igual no puedo resistir un latte o un cappuccino de las tiendas famosas de café americano. Bebo ambos en grandes cantidades– pero siempre con leche.
Le añado leche al café, a la avena, al chocolate caliente, a los “grits” americanos, y a lo que no le hecho leche, lo “donqueo.”
Este blog no será sólo sobre el café. Quiero aprender lo que significa ser una latina de un país que poco a poco se va “americanizando,” pero que también vive en un país donde ser hispana ya no es una rareza.
Me ha tomado 24 años llegar a la conclusión de que puedo obtener lo mejor de los dos mundos, y este blog será mi intento en perseguir lo mejor que ofrece mis dos queridas culturas. También pienso explorar lo negativo de ambas, porque sin sufrimiento no hay agradecimiento por lo bueno.
Al fin, no sé si aprenderé quien soy. Pero esto lo digo con toda certeza: SOY BENDECIDA. ¡Colemos una taza y brindemos a la ambivalencia!
Laurita Tellado Calderón
Laurita Tellado Calderón
About Us
Sometimes I get frustrated…and sometimes, I love it! And…I’m a coffee lover. I love boricua (Puerto Rican) coffee, the espresso with milk that I drink on every visit to the bakery in my hometown of Bayamón, Puerto Rico. Just the same, I can’t resist a latte or a cappuccino from all the famous, chain coffee shops in the U.S. I drink both in great quantities– but always with milk.
I add milk to coffee, to oatmeal, to American grits, and if I don’t add milk to it, I dunk it!
This blog won’t be only about coffee. I wish to learn more about what it means to be a Latina from a country that little by little is assimilating to American culture, but who also lives in a country where being Hispanic is no longer a rarity.
It’s taken me 24 years to reach the conclusion that I can have the best of both worlds, and this blog shall be my attempt at searching for the best that my two beloved cultures have to offer. I also plan to explore the negatives aspects of both cultures, because without suffering there is no appreciation for the good things.
When all is said and done, I don’t know if I’ll find out who I am. But this I can say with certainty: I AM BLESSED. Let’s brew a cup and drink to my ambivalence!